MENDOZA.- La sorpresiva decisión de suspender la Copa América cayó ahora como un baldazo de agua fría en tierra cuyana, que había sido seleccionada como una de las principales sedes del certamen en todo el país. Así las cosas, el gobierno provincial salió con los tapones de punta para cuestionar la “improvisada” resolución, ya que Mendoza se había preparado y destinado millonarios recursos, a pesar de haber advertido en un primer momento que por la pandemia de coronavirus no era oportuno realizar el evento continental en territorio argentino.
Bajo este escenario, el gobernador Rodolfo Suárez se refirió a la “incoherencia” de las autoridades de la Casa Rosada, de haber impulsado un campeonato de fútbol mientras exige la suspensión de las clases presenciales. “Yo puedo pensar que nosotros aquí en Mendoza dijimos que, si el Gobierno nacional decidía hacerla, nosotros acompañábamos. Acá en la provincia tenemos abierta la presencialidad de los colegios, pero me parece que en los lugares donde no hay clases es una incoherencia organizar la Copa América”, expresó el mandatario.
En diálogo con LA NACION, el subsecretario de Deportes de Mendoza, Federico Chiapetta, mostró su malestar con la medida y cargó contra la gestión presidencial. “Nosotros advertimos que no era oportuno hacer la Copa América en el peor momento de pandemia en la Argentina. Pero, una vez más el Gobierno nacional especula e improvisa. Lo tendrían que haber suspendido mucho antes”, disparó el funcionario mendocino, sobre el campeonato que iba a tener tres encuentros en tierra cuyana y que finalmente se realizará en Brasil. “Un papelón bajar la Copa a sólo 15 días. Hasta hace poco el mismo presidente confirmaba la realización de todos los partidos acá. Permanentes contradicciones, como en todo el Gobierno nacional”, cuestionó Chiapetta.
De hecho, por estas horas, las obras, que ya implicaron un desembolso superior a los 65 millones de pesos, estaban llegando a su final, dejando todo listo para el certamen, que estaba previsto para el 13 de junio, con encuentros también en Buenos Aires, Córdoba y Santiago del Estero. El presupuesto total a gastar por Mendoza llegaba a los 85 millones de pesos. Los trabajos de reparación, remodelación y refuncionalización del estadio Malvinas Argentinas prácticamente se encontraban al 95%. Las tareas se dividieron en tres áreas: campo de juego; ascensores, palco y cabinas de locución, y luminarias LED. Esto, luego de haber pasado una década de las últimas grandes intervenciones que se efectuaron en el predio mayor de fútbol que tiene la provincia.
La obra más importante de todas es el cambio del sistema de riego y la resiembra del pasto de la cancha, que ya está concluida. Desde el año 1978, el verde se regaba con cuatro cañones distribuidos en el perímetro de la cancha. El nuevo sistema por aspersores está distribuido de manera estratégica mediante ocho circuitos que se comandan digitalmente a través de un panel de control y de forma manual. La cámara de comando se colocó, de forma subterránea, en la periferia del campo de juego. Allí se instalaron los filtros, válvulas de aire y elementos necesarios para el correcto funcionamiento del sistema.
Por otro lado, se realizó la refuncionalización de los ascensores, mientras que los palcos VIP y sala de prensa y locución ya estaban en la etapa final de los trabajos. En cuanto a los equipos LED se estaban colocando a razón de 30 unidades por día en una totalidad de aproximadamente 156 artefactos.
También estaban en ejecución mil metros cuadrados de carpeta asfáltica que unen el estadio cubierto con los predios del Malvinas, como así también los trabajos de nivelación y limpieza del sector de estacionamiento.
“Hemos dejado al estadio Malvinas en las mejores condiciones para eventos a futuro después de la pandemia”, se conformó Chiapetta.
Tomado de LA NACION