la nueva sede cayó como una bomba


Cayó como una bomba. «Muy mal», aseguraron desde el predio de Ezeiza. La designación de Brasil como sede de la Copa América sorprendió en todos los ámbitos del complejo de AFA. Y generó mucha preocupación, sobre todo, por el riesgo sanitario del nuevo destino. «No es agradable ir al epicentro de la pandemia en Sudamérica», fue el concepto.

En la Selección esperaban que, tras la baja de Argentina, las sedes fueran otras. Nunca Brasil. «Un país con cepa propia», agregaron en ese mismo tono de inquietud. Manaos, de hecho, iba a ser una de las localías de la nueva sede del evento continental, que todavía no tiene logística.

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Es decir, la otra preocupación está basada justamente en cómo se moverá ahora Messi y el plantel argentino, teniendo en cuenta que tenía todo armado en el bunker de Ezeiza y que ahora, claro, tal vez deba hacer base en Brasil. La chance de ir y volver dependerá de dónde deba jugar la Selección, algo que todavía no se conoce. «Hasta que no sepamos eso, no vamos a saber la nueva planificación. Es increíble que todavía no tengamos eso».

Entre los jugadores, el cambio de sede también se vivió con alarma. Es cierto que todos saben que esta situación no fue elegida por nadie. Son las circunstancias de la pandemia las que atentaron contra Argentina como sede y, en ese sentido, no hay lugar al reclamo.

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Pero lo que sí sorprendió fue la velocidad con la que Brasil, a pesar su crisis sanitaria, de sus números con respecto al Covid y de las marchas contra la forma en la que el presidente Bolsonaro por el manejo de la pandemia, se instaló como sede apenas nuestro país se bajó de la organización de la Copa.

El antecedente de la Copa 2019

Todo esto, claro, sin contar lo que en el terreno futbolístico pasó en la última Copa América, la del 2019, donde Argentina se sintió claramente perjudicada por la localía de Brasil, sobre todo en esa recordada semifinal, en la que hubo fallos arbitrales muy cuestionables.

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Pero eso, claro, entra en otro terreno de inquietudes y, en todo caso, se verán más adelante. Lo que más preocupa ahora a Scaloni, a Messi y Cía. es el riesgo que implica el destino. Y la logística a implementar, que después de tanta preparación, hoy está de nuevo en foja cero.

Lo que sí está totalmente descartado es cualquier medida que haga que la Selección Argentina no acepte viajar a Brasil, más allá la intranquilidad general y de los cuestionamientos en particular. Por lo tanto, ante algunos rumores que habían hasta sugerido un planteo del estilo, al menos en el predio de AFA se encargaron de desmentirlo.



Tomado de Olé – Selección

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