Cumbre por la Copa América: el Gobierno nacional recibe a la Conmebol para definir si organiza todo el torneo


El gobierno argentino se reúne con la Conmebol para definir si la Copa América se realiza en forma íntegra en nuestro país. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Turismo, Matías Lammens, recibieron en la Casa Rosada a Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, y Gonzalo Belloso, secretario general adjunto de la confederación sudamericana. Está previsto que todos se trasladen más tarde a Olivos, donde se sumará a la reunión el presidente, Alberto Fernández. El único tema en la agenda es la organización en exclusiva de la Copa América, que debe comenzar el próximo 13 de junio.

Domínguez y Belloso llegaron a la Argentina poco después del mediodía. El encuentro con las autoridades argentinas estaba previsto para comienzos de la semana, pero terminó concretándose recién este miércoles por cuestiones de agenda.

La posibilidad de que la Argentina se haga cargo de toda la organización de la próxima Copa América siempre fue la que más casilleros le cerraba a la Conmebol por sus facilidades logísticas: el país tiene estadios de sobra para albergar los partidos y, de hecho, se trabaja en el torneo desde hace más de dos años. Mudarlo a un tercer país (fuera de Colombia, que la semana pasada se bajó de la organización) hubiera tornado inviable su realización.

Pero la Argentina afronta un problema sanitario que tiene su correlato en la política. Los más de 35 mil casos de coronavirus registrados en esta jornada, sumados a las restricciones impuestas por el presidente Fernández pusieron un signo de interrogación sobre la capacidad del país de organizar el torneo de selecciones más antiguo del mundo. En Luque, donde está la sede de la Conmebol, saben que hay sectores dentro del propio Frente de Todos que no consideran oportuna la realización del torneo en la Argentina. Sin embargo, el propio presidente Fernández postuló al país en declaraciones radiales. Y las conversaciones para hospedar todos los partidos aquí arrancaron hace más de dos semanas. La reunión de hoy es sólo el último eslabón de esa cadena.

Las primeras informaciones sobre el cónclave son optimistas. El dinero que la Conmebol se privaría de cobrar por la venta de entradas (los partidos, en principio, serán sin público en las tribunas) podría compensarse con un convenio publicitario para el traslado de las delegaciones al interior del país (vía Aerolíneas Argentinas), además de generarse una exención impositiva para el torneo, una disposición habitual en este tipo de torneos internacionales de fútbol. La AFIP, que comanda Mercedes Marcó del Pont, ya estaba al tanto de todas estas negociaciones.

Los defensores de la idea de hacer el torneo en el país señalan el impacto económico (lo cifran en US$ 40 millones, fundamentalmente para el alojamiento de las delegaciones y de la prensa que venga a cubrir el evento) y, sobre todo, la posibilidad de demostrarle al continente que “el país está capacitado para organizar un torneo de estas características, aún en medio de una pandemia”. Además, convertirse en organizador exclusivo le permitiría al gobierno argentino explotar la vidriera que significa tener a los diez seleccionados de fútbol del continente en su territorio.

Más allá de lo que ocurra durante los dos encuentros de hoy, lo más probable es que ni el Gobierno ni la confederación comuniquen de manera oficial una decisión sobre el torneo. Tampoco está prevista, por ahora, una reunión del Consejo de la Conmebol para hablar de la Copa América. Todo dependerá del grado de certezas con el que la Conmebol se vaya de la Argentina. De ese pulso que le tomen al gobierno argentino saldrá la definición de un torneo que las necesita, y pronto, porque se le acaba el tiempo.

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Tomado de LA NACION

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